Hola, me llamo X y soy heterosexual
Suena raro ese título, no? Sin embargo cada vez que me tengo que presentar, mi respuesta es algo así:
Mi nombre es Gustavo. Soy ingeniero de software en Medallia desde hace casi un año, estudiante de Ciencias de la Computación (por no mucho más, con suerte), amo viajar, me gusta la fotografía, el cine, los libros y soy un gran fanático de Queen y Muse. Ah, también soy gay.
“Soy gay”. Es interesante tener que aclararlo cuando la mayoría de la gente no va por ahí diciendo que “es hetero”, como en el título. Pero si no lo hago de entrada (y a veces no lo hago), eventual e inevitablemente voy a tener que hacerlo. Y en estos casos, no importa hace cuánto tiempo sea abiertamente gay o cuántas veces lo haya hecho, siempre se siente como volver a salir del clóset por primera vez: inseguridades, miedo al “qué dirán”, a las reacciones, al rechazo… no muy agradable.
El trabajo puede ser una de las esferas más complicadas donde abrirnos respecto a nuestra orientación sexual o identidad de género. De hecho, hay un estudio hecho por la Federación Argentina de Lesbianas, Gays, Bisexuales y Trans (FALGBT) para la Organización Internacional del Trabajo en donde se puede ver cuán común es para estos grupos, no sólo ser víctimas de discriminación y acoso sexual en el ambiente laboral, sino también tener que “disfrazarse”, ocultarse, ser “más afeminada” o “más masculino” para encajar, escalar posiciones, o incluso simplemente que no te despidan.
En general, o al menos en mi experiencia y en la de conocidos y amigos, en la industria del software no suele haber tan mal trato hacia la comunidad LGBTIQ+ en los espacios de trabajo, probablemente por tratarse de una industria nueva y con gente más abierta de mente o tolerante. Por las tres empresas por las que pasé (una pequeña startup, una líder trabajando en el exterior y ahora Medallia), nunca sentí discriminación directa. Sin embargo, en Medallia en particular encontré un lugar seguro, donde realmente puedo traer my whole self to work y no solo no sufrir discriminación sino participar activamente para asegurarme de que nunca pase.
En mi caso, como en el de otros, mi “coming out” en el trabajo pasó al muy poco tiempo de haber entrado. En Medallia tenemos un proceso llamado Cultural Onboarding, en donde por 3 días nos sumergimos en la cultura de la compañía y nos conocemos (muy a fondo) con las otras personas que ingresaron recientemente. Este espacio y la actitud de generar un “safe space” entre quienes formamos Medallia está presente no solo durante esos 3 días, sino a diario en el espacio de trabajo: no hay que subestimar el poder decir sin miedos que tengo un novio, o que alguien transgénero pueda usar el baño con el que se sienta identificade (como implementamos hace unos meses). Esto no es común en otros espacios laborales.
Sin embargo, sigue habiendo cosas para mejorar en nuestra industria. El machismo está profundamente arraigado en la sociedad argentina, e incluso en 2018 he escuchado algunos comentarios del estilo “mira esos shortcitos rosas que te pones!”, o “si me he vuelto puto/a haciendo esa materia”. También es común en el ámbito laboral, y me ha pasado en primera persona, ser objeto de presunciones (“beneficios para tu mujer cuando te cases”, “hace cuánto estás con tu novia?”), que pueden no parecer graves, pero que generan incomodidad y, en algunas personas, pueden hasta causar temor a mostrarse como realmente son.Genial el cartelito de afuera de los baños en @MedalliaArg (y en el baño de hombres hay toallitas y tampones) pic.twitter.com/suC4JhKqaI
— Facundo Batista 💚 (@facundobatista) October 10, 2018
Más allá de esto último (y más bien diría, sobre todo por esto último), es que creo que vale la pena hacer un esfuerzo entre todes para que nuestro ambiente de trabajo sea lo más inclusivo posible: tenemos que dejar de pensar que “el otro” es responsable del espacio que trabajamos y darnos cuenta de que nosotres podemos y tenemos que tomar ownership del mismo.
Es por esto último que desde hace muy poquito decidí empezar a formar parte más activamente y comencé a liderar los esfuerzos de Q-Field, un equipo dentro de Medallia que trabaja junto a Inclusión & Diversidad en temas específicamente relacionados a la comunidad LGBTIQ+ (como la Pride Week!). Después de todo, generar un espacio donde todo el mundo se sienta seguro para mostrarnos y ser como realmente somos es trabajo de todes, y es la única forma de estar cómodes en nuestro día a día y poder rendir al cien por ciento.